La atención plena es unos de los objetivos que conseguimos con la práctica del mindfulness. Combinando meditación, respiración y reflexión, como proponemos en este ejercicio, vamos a ir desarrollando nuestra capacidad de concentración y de escucha.
La angustia ante el futuro, la vivencia de eventos traumáticos en nuestro pasado y una dinámica multitarea en nuestro presente, perjudican poder estar en el aquí y ahora, en el presente, con la atención plena en el ahora y en lo que estamos haciendo. El ruido interno y la dificultad para no atenderlo también nos dificulta en múltiples ocasiones disfrutar de lo que está pasando en el ahora, el presente.
Con esta meditación, y practicando regularmente, iremos favoreciendo el tránsito de un estado de serenidad a la atención plena.