La AAV11-M quiere compartir con la opinión pública su hartazgo e indignación por la noticia del hallazgo de uno de los focos de la explosión que no había sido puesto a disposición judicial
Las víctimas nos preguntamos cómo es posible que tras casi 8 años transcurridos de los atentados nos encontremos con este tipo de descubrimientos
La AAV11-M quiere compartir con la opinión pública su hartazgo e indignación por la noticia del hallazgo de uno de los focos de la explosión de los atentados terroristas del 11-M que se encontraba oculto y que nunca se puso a disposición de la autoridad correspondiente. Las víctimas nos preguntamos cómo es posible que tras casi 8 años transcurridos de los atentados nos encontremos con este tipo de descubrimientos que dejan en evidencia comportamientos y actitudes que, por el momento, nos abstendremos de calificar, pero que exigimos sean investigados y depuradas las responsabilidades hasta sus últimas consecuencias.
A estas alturas, no es posible permanecer indiferente, pues las posturas tibias denotan más complicidad con los infractores y presuntos delincuentes, que apoyo y empatía con las propias víctimas, y con los deseos generalizados de la opinión pública que siempre hemos sentido tan cercana.
Por eso, instamos a los poderes públicos y a los partidos políticos, que dicen representar a los ciudadanos, a actuar de manera firme y decidida y a situarse con nosotras ante los nuevos hechos que se van conociendo de los atentados del 11-M. De lo contrario, mucho nos tememos que poco a poco los ciudadanos no nos podremos sentir representados por dirigentes cuya sensibilidad y concepto de justicia dista mucho del sentimiento generalizado de los ciudadanos que se niega a olvidar que “en esos trenes íbamos todos”
Por eso queremos también manifestar que si en las próximas fechas, coincidiendo con el VIII aniversario de la masacre, escuchamos de responsables políticos loas, alabanzas y cariñosas palabras hacia nosotras, las víctimas preferimos hechos y actuaciones contundentes a ánimos y gestos cariñosos una vez al año. Porque de no acompañar los hechos a las intenciones, es preferible que guarden silencio pues es una forma inequívoca de retratarnos todos, ante todos, y conocer cada uno de nosotros dónde estamos y con quién podemos contar
Madrid, 28 de febrero de 2012